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La reinvención del paraguas


Desde la antigüedad, y sorprendentemente, el ​​concepto de paraguas no ha visto mejoras sustanciales en su diseño. ¿Y si le diéramos una vuelta al asunto para hacerlo más práctico? Es lo que piensa una empresa japonesa llamada h-concept, que acaba de mostrar al mundo su modelo UnBRELLA, que es precisamente eso: un paraguas puesto al revés que acaba con casi todos los males que azotan a los paraguas convencionales, sobre todo en días de temporal como los que estamos viviendo.

Obra del diseñador Hiroshi Kajimoto, UnBRELLA promete convertirse en un nuevo estándar en diseño de paraguas cuando salga al mercado en febrero de 2014, un adminículo de 60 cm. de longitud que es capaz de enfrentarse a los vientos gracias a su capacidad de doblarse hacia arriba, el principal handicap que en días ventosos termina con las papeleras llenas de armazones y varillas de metal.

Sin embargo, no es la resistencia la mejor de sus virtudes, sino que el plegado hacia el interior de la parte superior provoca que la superficie húmeda del paraguas quede hacia dentro. Esto significa que no tienes que preocuparte por dejar perdido los suelos ni la ropa de los que estén a tu alrededor cuando lo pliegas, pues el agua queda por el interior, como si estuviera en una copa de tela. Algo que vendrá muy bien para adentrarse en las multitudes niponas (como en un tren lleno de gente), para calar lo menos posible al respetable.


Esta forma de plegarse también permite al UnBRELLA mantenerse de pie por sí mismo sin necesidad de paragüeros: basta con cerrarlo para que su configuración le dote de un equilibrio perfecto en el suelo sin la ayuda de soportes. Y otra de sus novedosas características es que puede envolverse en cualquier dirección, lo que ahorrará pérdidas de tiempo tratando de encontrar el giro para que el pequeño cinturón de amarre quede en el lado requerido de la tela.

Pequeños detalles que no restan un ápice de novedad a una idea que ha estado ahí desde que el paraguas es paraguas, pero que nadie se ha atrevido a materializar en todo este tiempo. Y eso que sólo había que darle la vuelta.

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