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La calculadora de rueda de pines Odhner

Charles Xavier Thomas de Colmar fue un inventor francés nacido en París en 1785 recordado por ser el inventor de la primera calculadora comercial: el llamado aritmómetro. La máquina que Charles Xavier construyó y patentó en 1820 era capaz, de una manera fácil y rápida, de realizar operaciones de suma, resta, división y multiplicación de hasta 12 cifras. Este increíble avance hizo que el señor Thomas recibiera la condecoración de caballero de la Legión de Honor francesa en 1821 y permitió escribir su nombre en letras doradas en uno de los primeros peldaños de la historia de la computación. El siguiente gran salto evolutivo en la historia de la computación tardaría varios años en llegar. En 1872 un inventor norteamericano llamado Frank Stephen Baldwin (inventor del anemómetro) inventaba la calculadora de ruedas de pines, una evolución del aritmómetro de Charles Xavierque permitía realizar las operaciones mucho más rápido que su antecesor. Lo que no sabía Baldwin es que mientras patentaba su invento en Rusia, un inmigrante sueco llamado Willgodt Theophil Odhner estaba a punto de patentar un invento muy parecido al suyo. Tanto Baldwin como Odhner son considerados los inventores de la calculadora de ruedas de pines moderna, no obstante el que se llevaría la gloria en forma de éxito de ventas sería el sueco Odhner.

A Willgodt Theophil Odhner estudió en el KTH (Kungliga Tekniska högskolan, Real Instituto de Tecnología) entre 1864 y 1867. Antes de terminar decidió conocer mundo, en parte forzado por el desempleo que tenía Suecia, y con 23 años se mudó a San Petersburgo sin hablar una sola palabra de ruso. Tras pasar por diversos empleos acabó trabajando para el hermano de Alfred Nobel, Ludvig Nobel, en una factoría que fabricaba cañones, balas, etc. Según parece fue durante ese periodo cuando algún ejemplar de la máquina de Thomas de Colmar debió de pasar por sus manos. Se comenta que tuvo que enfrentarse a la reparación de una y que su análisis le llevó a pensar en mejorar el diseño ya existente, una mejora que patentó en 1878 en la Oficina de Patentes de los Estados Unidos. Según parece Nobel le dejó un espacio de su taller para trabajar y viendo la oportunidad de negocio ofreció presupuesto a Odhner para mejorar su producto, no obstante con el tiempo a Nobel parece que el tema no le terminó de convencer y decidió abandonar el proyecto dejando a Odhner desempleado, sin sponsor y con la única compañía de su artilugio matemático. 
Corría el año 1886 en San Petersburgo y Odhner fundaba W.T. Odhner, Maschinenfabrik & Metallgiesserei con objeto de tirarse a la piscina con su invento. El producto fue un éxito y comenzó a venderse por toda Europa a un ritmo frenético. En 1891 la empresa se rebautiza bajo el nombre de Odhner-Gill (фабрика Однера-Гиля) en la misma ciudad. Por cierto, Ludvig Nobel fue el miembro de su familia que más dinero amasó, lo que le convirtió en uno de los hombres más ricos del mundo, así que la decisión de abandonar el proyecto de Odhner tenía una buena base y en todo caso, aunque equivocada, parece que no tuvo el menor impacto en su plan para hacerse rico. El caso de la calculadora de Odhner es un tema en si mismo cuando se trata de identificar el país al que hay que hacer merecedor del merito de su desarrollo. Los rusos normalmente dicen que es un invento suyo ya que aunque lo desarrolló un sueco en realidad lo hizo en Rusia, país donde además fundó su empresa. Vamos, una explicación al estilo inmigrante que vino al país de las oportunidades y triunfó. Por su parte los suecos replican que Odhner era sueco y no hay más preguntas señoría. 

Odhner murió en 1905 y sus hijos tomaron las riendas de la compañía produciendo un total de 23.000 calculadoras hasta 1917. Ese año la empresa de calculadoras Odhner fue nacionalizada al amparo de la Revolución Rusa por lo que los herederos de Odhner emigraron a Suecia donde fundaron en Gotemburgo la compañía Aktiebolaget Original-Odhner. La empresa siguió operando unos años hasta que fue comprada en 1942 por la corporación industrial Facit AB. En 1973 Facit AB era comprada por Electrolux y en 1983 Electrolux la vendía a Ericsson la cual terminaba por dividirla, vender lo poco que quedaba de ella y disolverla en 1998. 

Pues bien, poco después de abandonar Odhner Rusia en 1924, el revolucionario comunista polaco Félix Dzerzhinski famoso por ser el fundador de la infame policía secreta bolchevique (la Checa) decide comenzar la fabricación de las nacionalizados diseños de las máquinas de Odhner bajo el nombre de Félix, las conocidas como "férreas Félix" en alusión al apodo de Dzerzhinski. Su fabricación con el tiempo se trasladaría a numerosos lugares de Rusia donde se siguió fabricando hasta el inicio de los años 80. 

Las Félix se distinguen de las Odhner en varios aspectos. Mientras las ruedas de las Odhner son de acero las Félix usan ruedas de zinc y latón, un material que hace la máquina más ligera pero menos fiable ya que las ruedas con el tiempo son susceptibles de ganar holgura. Las calculadoras de ruedas de pines la verdad es que son artilugios fascinantes y en cierta manera parecen mágicos. Salvando las distancias se dan un aire a las celebres máquinas Enigma alemanas de la Segunda Guerra Mundial. Máquinas pertenecientes a un mundo ya desconocido en el que cuando alguien fabricaba algo lo hacía con la idea de construir un producto de calidad que te pudiera durar toda la vida. Al fin y al cabo las matemáticas no iban a cambiar mucho. Una auténtica pieza de hardware sólido de una simplicidad increíble exterior que esconde una más increíble aun maraña de pines y ruedas metálicas en su interior. No es difícil imaginar la revolución que supuso la aparición de esta clase de aparatos a principios del 1900. Un auténtico vuelco en el mundo de la economía y de las matemáticas y un pequeño paso más hacia los quad core. Por cierto, que son tan solidas que lo mismo te sirven para calcular una multiplicación compleja que para partir nueces ya pesan aproximadamente 7 kilogramos.

Aquí se puede ver como funciona:

Los millones de copias legales e ilegales de las máquinas Odhner la convirtieron en la calculadora mecánica de más éxito de la historia. Las Odhner se vendieron en medio mundo bajo todo tipo de nombres: en Alemania se vendieron bajo la marca Thales, Triumphator, Walther y Brunsviga. En Inglaterra bajo las marcas Britannic y Muldivo. En Suecia bajo las marcas Multo y la ya mencionada Original Odhner. En Rusia como la "Férrea Félix" y en Japón como la Tiger y la Busicom. Paradójicamente fue precisamente Busicom la que acabó con las celebres Odhner. En 1969 Busicom encargaba a una compañía californiana de nueva creación llamada Intel que parecía estar pisando fuerte el diseño de un circuito integrado para incorporar a una nueva y revolucionaria línea de calculadoras electrónicas. De este encargo nacía el Intel 4004, primer microprocesador en ser comercializado de la historia y sobre el que inicialmente Busicom tenía todos los derechos.

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